
Vuelve septiembre, septiembre siempre.
Siempre y para siempre, tu mes.
El día 13, de todos los septiembres, te fuiste para siempre, pero tu fuga del dolor guardaba un secreto escondido, entre tanta lágrima inútil derramada.
Nos pareció perderte y te encontramos. En otra forma nueva… en la materia invisible de la que están hechos los sueños y el amor y la fe inquebrantable en la eternidad.
No me preguntes donde he hallado las fuerzas para zambullirme de nuevo en la piscina hueca y fría de tu cuarto, desierto de ti, lleno de las cosas que olvidaste llevar en tu última maleta, esa que no pesaba, la que se fue vacía.
No pude tirarlo todo la primera vez, hace ya ocho septiembres. No quise, ni supe.
Lo poco que guarde, hoy me parece tanto… Y todo para qué, si todo es para nada.
Pensando que estás, que te toco y te encuentro en el último pijama que llevaste en el hospital, en la última chaqueta que abrigó tu piel transparente, que se iba desapareciendo contigo, ( Mamá tengo frío, abrígame mamá, tápame, abrazame un poco más, más fuerte, que casi no te siento…).
Creyendo inútilmente que todavía látes en tus notas del cole, en los diarios llenos secretos de niña, de adolescente, de joven soñadora, sonámbula del tiempo que se te fué de golpe.
Me ha parecido verte a mi lado todo el rato, junto a mi hombro izquierdo, o ha sido en el derecho, pero estabas allí, mientras formaba tres montones, uno para tirar en la bolsa de basura olorosa de enseres olvidados, otro para regalar a esa persona que nunca te olvida y que lleva años pidiendo cosas tuyas, pensando necia, como yo, que todavía vives en ellas, y un tercer montón para quedarmelo de nuevo…
No se para que, ni por que, pero se quedan, un poquito más, las cambio de sitio, en otro cajón, más lejos de tu cama vacía, de la puerta de entrada, de las miradas indiscretas de los que me dicen que lo tire todo, que no guardé nada, que no me hace bien, que no me haga daño.
Y es verdad que hace daño.
He tenido que salir varias veces del cuarto, me he tenido que sentar en el suelo del pasillo a intentar respirar, porque el aire parecía no querer o no poder entrar en mis pulmones.
He dejado las lágrimas correr por mis antiguos surcos de mejillas secas y vacías, desgastadas de tanta enfermedad, la tuya que te mato, mi cáncer qué me salvó.
Luego he vuelto a entrar, arrastrando un poco los pies por el parquet, a seguir dejando cajones vacíos, como esperando a un nuevo invitado, una visita inesperada, alguien, no se quien pueda ser.
He terminado exhausta de vaciar tus cosas, como si hubiera corrido un maratón entero.
Me he sentado en el salón soleado de la tarde ventosa de septiembre. Septiembre siempre, siempre y para siempre tu mes.
He mirado, otra vez, frente a frente al dolor y le he visto cambiado. Venía vestido con atuendo nuevo. Ha dejado aparcado el horrible uniforme de soldado enemigo que venía a matarme, a llevarme con él, a donde quiera que vayan las víctimas de tantas guerras perdidas, en los duelos. Hoy se ha acercado a mi vestido de enfermera amigable, de blanco inmaculado, a curar mis heridas, a sanarme por dentro, a susurrar bajito :
» Ve tirando sus cosas,
desprendete de todo,
ella ya no está en ellas,
no la vas a encontrar,
buscala en otro sitio,
en otras brisas nuevas,
en un otoño nuevo,
en un invierno más.
Y cuando pronto vuelva la primavera viva,
recíbela con gusto,
inundate de ella
y corre hacia a el verano,
sin vendas, sin heridas,
sin pesados pesares,
sin pesadas maletas de cosas inservibles,
donde ya no está ella,
donde nunca estará,
si estuvo alguna vez».
Entre tanto, sólo deciros más, que en estos últimos meses que han pasado volando, todo ha ido muy bien, las fuerzas han regresado a mi y puedo decir, sin miedo a equivocarme, que me siento más viva que nunca. En breve volveré a pasar por el quirófano, cosa preventiva y sin mucha importancia, pero eso, si eso, ya os lo cuento otro día.
Un beso a todos.
Me ha encantado volver a encontraros.
Un nuevo regalo, una nueva confidencia, una nueva leccion magistral, un poco de polvo de estrellas de ese biombo que formáis y que ilumina nuestras vidas. Gracias
Gracias a ti querida maestra❤??
En este septiembre, más grande, más sabis. Te quiero amiga.
Siempre amigas, siempre cerca, siempre disponible, un gran abrazo Isa ?
Hola Cristina cuanto dolor nos dejan los seres que se van ..pero está el amor hacia ellos lo que nunca se llevan..asi recordándole es lo que nos ayuda a seguir luchando por los que aún estamos aquí..besos..
Es mi misión y mi deseo Lidia, no olvidarla, recordarla siempre, siempre viva, siempre presente. Todo el amor que sigo recibiendo a través de su recuerdo tiene ser compartido. El AMOR no quiere esconderse, quiere salir y gritar a los cuatro vientos ¡ Estoy aqui , ven y se feliz!
Es difícil escribir con precisión lo que se siente y vencer ese extraño pudor social a decir algo que no se lo habitual. Tú lo consigues. Este artículo es un ejemplo de lucha por la VIDA, quizá lo más normal sea dejarse llevar pero creo que no es eso lo que necesitamos ni los que se fueron ni los que estamos aquí. Yo no pensé nunca que sufrir una enfermedad era lo que era. Te cuentas cuentos para vivir pero enfrentarse con lo que hay y contarlo, es difícil. Leerlo nos viene muy bien.
Si leerlo viene bien, escribirlo mucho más. Duele pero sana y hace crecer y da sentido a mi existencia. Escribe luis, yo también te necesito, te quiero con el alma❤
Te recuerdo Cristina con tu hija , en Misa de 20’30 en Santa Engracia. Me he emocionado y he llorado con la intensidad de tus sentimientos, tu tristeza y tu serenidad. He soltado unas lágrimas por ti…., Pero sobretodo por ella. Mi hermana Sandra falleció el pasado 3 de febrero, de repente, de una subida de tensión y un derrame cerebral. Sin despedirnos. Con su muerte, me cambio la perspectiva de la vida, de su objeto y fin, y sentí su brevedad. Me morí un poco. Besos y perdona que no te haya seguido antes y más a menudo. Gloria Palacio
Querida gloria, siempre eres bien venida, siento muchisimo lo de Sandra, la recuerdo y rezo por ella. Las perdidas que sufrimos nunca son en vano,nunca, nos gravan a fuego en el corazón la gran verdad de la existencia, que la muerte es parte de la vida, y que debemos aprender a vivir en plenitud de conciencia y de Amor. Un abrazo muy muy muy grande❤???